Por Roma con niños

Roma es una ciudad complicada para ir con niños, porque uno de sus encantos es poderla recorrer a pie, limitando al mínimo el transporte público, y los niños ya sabemos que se cansan. No la aconsejo para niños que van todavía en carrito (las calzadas romanas los destrozarán), pero si tus niños rondan, al menos, los 6-7 años y son andarines, se puede hacer una escapada de dos o tres días para visitar algunos sitios seleccionados pensando en ellos, haciendo escala en las heladerías y pizzerías de la ciudad, dejando los museos y las colas para otra ocasión. En cualquier caso el autobus es barato, funciona bien y lleva a todas partes.

Para alojarse, recomiendo la zona de "Campo de' Fiori", cerca de todas partes. La zona cercana a la estación Termini (Via Nazionale) tiene como ventaja la proximidad a la conexión estación-aeropuerto a la hora de llegar y marcharse de la ciudad, pero hay que elegir con cuidado la zona y el hotel (el Hotel Piemonte tiene una buena relación calidad-precio). Via Veneto es la zona tradicional de hoteles de gama alta, pero ni tiene la mejor ubicación para acceder a pie a los sitios, ni los mejores precios, aunque es tranquila (el Hotel Savoy es una buena opción).

Y ya hablando de visitas, como sitios que les pueden gustar especialmente, no hay que perderse el Coliseo y el Foro Romano (la entrada es combinada). El Coliseo les impresiona y en el Foro podrán corretear entre las ruinas (mejor comprar la entrada en el Foro porque la cola es menor). Si teneis tiempo para dar un paseo, se les puede llevar a ver la Plaza de España con su escalinata, que termina en el Parque Villa Borghese donde se pueden alquilar bicicletas y ver una panorámica espléndida de la ciudad. Ideal para un picnic. Allí cerca también está el Zoo.
No lejos del Coliseo, queda la iglesia de Santa Maria in Cosmedin que acoge la Bocca della Verità. Les gustará hacerse una foto con ella si se atreven a meter la mano. Entre el Coliseo y la Bocca está el barrio judío donde se come bien (en restaurantes judeico-romanos o en Pane Vino e San Daniele) y hay una pastelería austriaca fabulosa (La Dolce Roma).

Merece la pena atravesar el río por el puente Sant'Angelo, que desemboca en el Castillo del mismo nombre y que está cerca del Vaticano. Es un paseo agradable. La subida a la cúpula de San Pedro solo la aconsejo para valientes. Incluso cogiendo el ascensor hay que hacer 300 peldaños. Eso sí, a los valientes les merecerá la pena. Hablando de vistas, desde el monumento a Vittorio Emmanuele II, se obtiene una gratuita del Foro. Y una vista del cielo de Roma, se obtiene cuando se visita el Pantheon, gratuito, uno de los sitios más impresionantes. Y si les ha gustado la ciudad hay que llevarles a la Fontana de Trevi para que tiren una moneda y vuelvan, como manda la tradición. Una visita-excursión menos conocida es recorrer la Via Appia Antica con numerosas catacumbas a lo largo de una calzada romana en medio de un parque periurbano (accesible con metro y bus). Buen sitio para picnic (y en verano una siesta).

Para comer, os aconsejo en las cercanías de Piazza Navona, Ciccia Bomba, Trattoria Gino e Pietro, Pizzeria Baffeto (todas en Via Governo Vecchio) o Pizzeria La Montecarlo (Vicolo Savelli, perpendicular a la anterior). En Campo de' Fiori, pizza para comer de paseo en Roscioli o en el Forno de la propia plaza. Si estáis por la Plaza de España a medio día, comed pasta fresca recién hecha en el pastificio de Via della Croce 8. Para merendar, helados en Tre Scalini (Piazza Navona) o en Gelateria della Palma (Via della Maddalena, cerca del Pantheon) y pastelería en Il Fornaio (Via Baullari 5, cerca de Campo de' Fiori).
Y para los adultos aficionados al café-café, os recomiendo Caffè Sant'Eustachio, la Tazza d'Oro (casi frente al Pantheon), Antico Caffè Greco (via Condotti, la más lujosa de Roma, a la bajada de la Plaza de España) o Caffè Giuliani (Via Volturno) si estáis alojados en las cercanías de Termini, con pastelería siciliana exquisita.

Seguro que paso a paso descubriréis un montón de sitios fantásticos más.