Pues se puede hacer alguno de los senderos aptos para todos los públicos que quedan a la altura de El Rocío y se adentran en el Parque Natural de Doñana. Se puede comer en la playa de Matalascañas y a la vuelta a casa, en temporada de fresones, comprar un buen lote y terminar la jornada en casa con un batido natural.
Como senderos del Parque, podéis probar con el Charco de la Boca que parte del Centro de Visitantes de La Rocina, justo pasando El Rocío. El sendero tiene algo menos de 4km entre ida y vuelta, transcurre junto al arroyo La Rocina y atraviesa bosque, pinares y matorral. Tiene varios observatorios de aves. Es todo una pasarela de madera, así que no hay problema para los carritos. Otra opción más corta es El Charco del Acebrón (1,5Km). Muy cercano al otro sendero, pero ahora mismo está en obras.
Si no os cuesta madrugar y poner en marcha a la tropa, después del sendero estaréis a tiempo de llegar a Matalascañas a comer. Una vez que estéis en el Km 0 de la playa (con el faro a la derecha y el paseo marítimo a la izquierda, casi frente a los restos de la Torre de la Higuera) podéis optar por los chiringuitos de toda la vida en el paseo o bien probar con los de la derecha sobre la playa, como Bananas.
Para terminar la jornada, de vuelta, por la carretra que une Matalascañas con El Rocío, antes de llegar al Rocío, se puede hacer una parada en un establecimiento que vende frutas y verduras del entorno de Doñana llamado "La Huerta de Doñana". No tiene web. Yendo hacia El Rocío queda en la izquierda, así que ojo. Las cajas de fresones son espectaculares y ahora estamos en plena temporada. Cuatro o cinco fresones, leche, azucar y mañana será otro día. Antes un último vistazo a la marisma del Rocío que al atardecer es espectacular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario