Hay una receta que lleva una media hora de cocina y que los niños se comen en cinco minutos sin rechistar. Hay partes de la receta en la que pueden ayudar. Tiene hidratos, proteinas y un poco de verdura.
Los ingredientes son: patatas (para cocer), mantequilla o aceite de oliva (para hacer una bechamel ligera), harina, orégano (opcional), leche, cebolla o puerro, panceta, sal, nuez moscada (opcional) y queso rallado para gratinar.
Viendo los ingredientes es fácil imaginar la ejecución de la receta: Se pelan las patatas y se cuecen en agua con sal enteras o cortadas en rodajas, si tienes mucha prisa. Se prepara una bechamel con aceite o mantequilla, el harina, la leche, la sal y la nuez moscada. En una sarten pequeña, se sofríe la cebolla o el puerro y cuando casi está listo, se añade la panceta y el orégano. Para terminar, se colocan las rodajas de patata en una fuente de horno engrasada con un poco de aceite de oliva, se distribuye sobre ellas la panceta con la cebolla o puerro, se cubre con la bechamel, se espolvorea con queso (sugiero parmesano, grana padano, emmental o de cabra) y se mete a horno a 200 grados (grill) hasta que comience a dorarse.
Puede comerse como un plato por sí mismo o acompañado de ensalada o cualquier verdura, por ejemplo.
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