En casa nunca hemos tomado estos productos de los que habla el artículo "Doctor, recete este yogur" (El País, 24/04/10), los supuestamente alimentos funcionales, pero básicamente es porque si lo que leo en una etiqueta en el supermercado no lo entiendo u ocupa más de dos dedos de ancho, paso.Me ha picado la curiosidad y he visitado la web de uno de estos productos llamados "probióticos" y es curioso porque en la web, más que explicar qué productos tiene la marca, lo primero que te ponen es un desmentido sobre noticias falsas y luego un apartado de estudios científicos. Curioso. En fin, habrá que esperar a que Agencia Europea dictamine.
También resulta curioso, que estos productos se acompañan en muchas ocasiones de elementos publicitarios dirigidos directamente a los niños. Y así tienen "equipos", "pandillas" o mascotas claramente infantiles. No sé si os habrá pasado alguna vez, pero a mí me han preguntado a la vuelta del cole: ¿por qué no me compras esto que lleva al cole mi amigo?
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