Si vuestros niños no le hacen ascos a las tartas de fruta (a mí en mi edad pitufa no me gustaban), esta es fácil y lo de ligera es porque no lleva ninguna crema pastelera o similar. Este fin de semana me ha dado por cocinar sin parar...
Ingredientes
1 placa de hojaldre comprada (los valientes pueden atreverse a hacerla). Si tenéis masa quebrada también vale, pero prefiero el hojaldre./4 manzanas pequeñas ó 3 grandes. Valen golden, royal gala... cuanto más acidas más azucar necesitaréis./Dos mitades de melocotón en almibar/5 cucharadas soperas de azucar/Un chorrito de nata/Canela molida.
Elaboración
Se pone el horno a calentar a 200 grados con calor abajo.
Se pelan las manzanas y se trocean no muy gruesas, no muy finas. Se ponen en una cacerola o sarten amplia antiadherentes al fuego con 4 cucharadas de azucar y la canela. Sueltan agua, pero si antes de terminar de cocerse (unos 10-15 minutos) se secan, se puede ir añadiendo un poco de agua, poco a poco. Luego se aparta.
Se forra el molde con la placa de hojaldre y se pincha el fondo con un tenedor para que no suba demasiado. Luego se colocan las manzanas sobre la base (justo la cubren, no es una tarta alta). Se cortan muy finas las mitades de melocotón y se ponen sobre la manzana (aquí pueden trabajar los niños un poquito). Luego se echa un chorrito de nata en crudo sobre la tarta y se añade una cucharada adicional de azucar.
Cuando el horno alcanza la temperatura metemos la tarta a mitad del horno, abajo se quemaría la base. A los 10-12 minutos echamos un vistazo. Si vemos que se está tostando demasiado el hojaldre, subimos la tarta de ranura un poco más y le damos otros 5-7 minutos. El relleno iba cocinado, así que de lo que hay que estar pendiente es del hojaldre.
Los gourmets pueden acompañar la tarta con helado de vainilla o yogur griego, por ejemplo.
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